Roberto Medina tenía un sueño: convertirse en estrella de rock. Y lo consiguió. Este publicitario es el creador del Rock In Rio, el evento musical más grande de todos los tiempos. Controvertido y retador, a Medina no le tiembla el pulso al poner a Sharika en un cartel clasificado como Rock, en ser el adalid de un proyecto mainstream dirigido a las marcas y en salirse del guión cuando le preguntas por su artista favorito: «Stevie Wonder. El día que toque en el Rock In Rio no pienso hablar con nadie. Llevo 15 años intentando contratarle». Ese sueño se cumplió en 2012, en Lisboa.
Y es que parece que la climatología es el único impedimento en su imparable peregrinar por el mundo propagando la palabra de la música. No en vano, tiene en nómina a un conocido chamán brasileño que dice asegurarle el buen tiempo durante el festival. Medina quiso crear un modelo de festival único, capaz de ofrecer todos los días atracciones más allá de los límites del escenario. Se lo inventó todo y convenció a todos. «Tuve un sueño de millón y medio de personas juntas, entonces era más que un proyecto musical, era un movimiento nacional. Por suerte las personas y las marcas se involucraron pero el principio fue absolutamente solitario. En aquella época fue muy difícil convencer a los artistas para que vinieran a Rio de Janeiro» cuenta ante las cámaras de Televisión Española. 29 años sin descuidar un detalle y sin dejar de pensar en el público y en el negocio.
Prácticamente no queda nada de aquél 11 de enero de 1985, fecha del primer Rock in Rio celebrado en Rio de Janeiro. Diez días para escuchar y ver a 14 estrellas internacionales y 15 nacionales. Queen, AC/DC, Iron Maiden, Rod Stewart y Ozzy Osbourne compartieron escenario con Barao Vermelho y Kid Abelha, en el barrio de Jacarepaguá. 250.000 metros cuadrados, un escenario de 5.000 metros cuadrados, un centro comercial con 50 tiendas y dos helipuertos fueron algunas de sus mareantes cifras.
Pero detrás de lo artístico hay una lectura social y política. Brasil pasaba por grandes transformaciones. Tras un largo período bajo una dictadura militar, el país comenzaba a dar los primeros pasos rumbo a la democracia. Por primera vez en América del Sur, se organizaba un evento de tal magnitud. Era un pulso, un reto al pasado. Y salió bien.
6 años después, en 1995, Medina eligió el estadio más grande del mundo, Maracaná, para la segunda edición de Rock in Rio. 700.000 personas asistieron a 9 días de música, baile y diversión con Faith No More, Guns N’ Roses, Megadeth, INXS, Run DMC, Joe Cocker y Carlos Santana, además de brasileños como Sepultura, Engenheiros do Hawaii y Titãs.
No hubo más Rock in Rio hasta 10 años después. La Ciudad del Rock volvió a su ubicación original, Jacarepaguá, por donde llegaron a pasar cada día 250.000 personas. Pero a la música se incorporó el proyecto ‘Por un mundo mejor’ que permitió que 3.000 chavales concluyeran sus estudios y se financiaron 29 proyectos a través de la UNESCO con el lema ‘Cultivando vidas, desarmando la violencia’ en todo Brasil.
El festival también batió su propio récord de público y de número de bandas. Iron Maiden, Guns N’Roses, Foo Fighters, REM, Neil Young, Queens of The Stone Age, Red Hot Chili Peppers, Oasis y otros nombres de peso.
En 2004, Rock in Rio dio el salto a Lisboa. Por Bela Vista pasaron 386.000 personas. Entre los artistas: Alejandro Sanz, Sting, Paul McCartney, Alicia Keys, Metallica, Gilberto Gil, Evanescence…
La quinta edición, en 2006, también fue en Lisboa. Muchos artistas repitieron: Sting , Red Hot Chili Peppers y Guns N’Roses, y otros se sumaron: Shakira, Jamiroquai, Carlos Santana y Anastacia.
La expansión ibérica del festival se produce en 2008, cuando Rock in Rio invade Madrid. El festival se estrenó en tierras españolas con un área especialmente construida en Arganda Del Rey. Entre los artistas: Franz Ferdinand, Amy Winehouse, Bob Dylan, Jack Johnson, Lenny Kravitz, Neil Young y Shakira.
2010 también en Lisboa y Madrid será recordada por dos eventos: la fuente inteligente, en la que el agua danzaba al sonido de la música, y por la actuación de Rage Against the Machine.
Era hora de volver tras una década fuera. En 2011, Rock in Rio desembarca donde todo comenzó. La expectativa era tan grande que las entradas se agotaron en 4 días. 350.000 turistas llegaron a Rio de Janeiro. Este fenómeno también se reflejó en internet. Brillaron estrellas del pop como Katy Perry, Rihanna y Shakira. Sin hablar en los shows arrolladores de Slipknot, Coldplay, Metallica y Sepultura.
En 2012 regresa a Lisboa y Madrid mientras que en 2013 vuelve a Brasil.
Este año se cumple el décimo aniversario de la celebración de Rock in Rio en Lisboa. Y vienen los Rolling Stones para celebrarlo. Será el 29 de mayo en el parque Bela Vista. «¡Es la gran sorpresa que estábamos preparando para nuestros seguidores! ¿Quién mejor que los Rolling podrían formar parte de un cartel de conmemoración? Será un show memorable, para la historia», comenta Roberto Medina. Aquí se pueden comprar las entradas a 69€.
Además de los Rolling Stones, están ya confirmados como cabezas de cartel Robbie Williams para el 25 de mayo, Queen of the Stone Age para el 30 de mayo, Arcade Fire para el 31 de mayo, y Justin Timberlake para el 1 de junio.
Allí nos vemos.
Qué cartelazo este año!! y además tan cerca, Lisboa, bien. Buen repaso de la historia de Rock in Rio.
recuerdo que en 1985 mi hermano fue a Brazil, a mi mis padres no me dejaron, tenia recien 18 años como sufri no ver a Queen y AC DC y por el lado brasilero me gustaban los Paralamas Do Suceso
Este año me acerco a Lisboa y cumplir con los Stones lo prometido en un artículo hace poco:
https://medium.com/divagaciones-viajeras/4ce5490dd0db